lunes, 8 de febrero de 2016

¿Aprovecho esta oportunidad?


Hace varios años a un amigo y a mí nos ofrecieron un buen negocio con una gran empresa, aunque yo no era creyente en aquel entonces consideré que no era prudente entrar porque no contaba con la experiencia adecuada, sin embargo mi amigo entro, 
 y desde luego nunca se le ocurrió consultar al Señor al respecto, en las dos primeras oportunidades ganó muy buen dinero pero en la tercera perdió más que todo lo que había ganado en las anteriores y prácticamente quedó en la ruina.

Una de las maneras más rápidas de crecer son las oportunidades, PERO también puede ser una de las maneras más rápidas de ir a la quiebra.

Proverbios 21.5 (NVI)
5 Los planes bien pensados: ¡pura ganancia!
Los planes apresurados: ¡puro fracaso!

¿Podemos tomar todas las oportunidades que se nos presentan?, ¿En realidad toda oportunidad es lo que parece o en ciertas ocasiones puede ser una trampa?

Lo que para algunos es un problema, para los empresarios es una oportunidad, el asunto está en que no todas las oportunidades que se nos presenten debemos aprovecharlas o posiblemente no sea el tiempo adecuado para tomarlas.

¿Cómo sabemos qué oportunidades podemos aprovechar y cuáles no?, Veamos lo que el rey David nos enseña mientras estaba consolidando su reinado.

1º Crónicas 14.8–17 (NVI)
8 Al enterarse los filisteos de que David había sido ungido rey de todo Israel, subieron todos ellos contra él. Pero David lo supo y salió a su encuentro. 9 Ya los filisteos habían incursionado en el valle de Refayin. 10 Así que David consultó a Dios: —¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder? —Atácalos—le respondió el SEÑOR—, pues yo los entregaré en tus manos. 11 Fueron, pues, a Baal Perasín, y allí David los derrotó. Entonces dijo: «Como brecha producida por las aguas, así Dios ha abierto brechas entre mis enemigos por medio de mí.» Por eso a aquel lugar lo llamaron Baal Perasín. 12 Allí los filisteos abandonaron a sus dioses, y éstos fueron quemados por orden de David. 13 Los filisteos hicieron una nueva incursión y se desplegaron por el valle. 14 Así que David volvió a consultar a Dios, y él le contestó: —No los ataques de frente, sino rodéalos hasta llegar a los árboles de bálsamo, y entonces atácalos por la retaguardia. 15 Tan pronto como oigas un ruido como de pasos sobre las copas de los árboles, atácalos, pues eso quiere decir que Dios va al frente de ti para derrotar al ejército filisteo. 16 Así lo hizo David, tal como Dios se lo había ordenado, y derrotaron al ejército filisteo desde Gabaón hasta Guézer. 17 La fama de David se extendió por todas las regiones, y el SEÑOR hizo que todos los pueblos le tuvieran miedo.

Aquí el rey David nos enseña cómo siendo él un emprendedor, identificó inmediatamente que este ataque no era más que una buena oportunidad para vencer a sus oponentes filisteos y hacerse de un buen botín, sin embargo, David con ese corazón conforme a Dios, no permite que su camino lo determinen las oportunidades sino la dirección misma de su Señor, así que antes de dar cualquier paso en pos de esa posible victoria consultó al Señor y aun cuando obtuvo esa victoria y se volvió a presentar la oportunidad, no se confió, sino que volvió a consultar al Señor y recibió la instrucción adecuada porque este otro desafío requería de otro tipo de estrategia.

A los empresarios nos encantan los retos, sobre todo cuando vemos que hay buenas posibilidades para nosotros, pero si no aprendemos a consultar al Señor antes de emprender cualquier asunto, una buena oportunidad se podría convertir en un gran desastre o viceversa.

Proverbios 3.5–6 (NVI)


5 Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.

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